miércoles, 3 de enero de 2007

06 LA DONCELLA THERESE SE RETIRA AL CLAUSTRO

Escena II, Acto II
Anuncia la sirvienta exclusiva de Therese:





"La doncella Therese ha sido autorizada por su magnífico Rey Lear a un retiro espiritual en la Catedral y Nunciatura. Allí espera recuperar la calma de su corazón resquebrajado por tantas cuitas de amores y el horror que ella manifiesta hacia la sangre, la violencia y los vampiros mismos. Se retira entonces a descansar bajo el cuidado de las novicias y dedicará su tiempo a la oración y penitencia, después de una sincera charla con su Cardenala. El rey la enviará en su carruaje real guiado por pegasos blancos.
Estará tres días con sus noches intentando escuchar el silencio, y lo que el silencio tenga que decirle, no le entrará por un oído para salir por el otro, sino quedará habiendo carambolas en su cerebro desatinado, hasta que las piezas del rompecabezas se empiecen a ordenar.
Agradece, entonces, mi doncella Therese, la invitación de El Cardenala a este retiro en busca de solaz espiritual y a su rey quien, por amor, le ha desatado las cadenas de satín dorado y la deja en libre albedrío".

¡Qué gran Rey tenemos en Lear!

27 DIÁLOGOS:

Anónimo dijo...

Oye, sister, cacha la onda, la Therese se va a persignar y a confesar.

¡Éptasis, érptasis, éptasis...

¿La habrá picado algún vampiro o araña o rata o algo así que le bajó esta ondita del retiro espiritual
¿Tu que creís?

¡Éptasis, éptasis, éptasis...!

Oye, crazy, dónde andará la cocinera, mira que se nos está acabando el copete...

Anónimo dijo...

La Therese... retiro espiritual... ¡RETIRO CARNAL! a eso se fue la fresca...

éptasis, éptasis, éptasis!!!!

Anónimo dijo...

Más respeto, señoritas.
La doncella Therese ha tomado una sabia decisión.
Y ustedes, parcito de malulas, deberían seguir el ejemplo.

King Lear dijo...

Therese: con las ligas de satén con vuestras manos aé, ahora os ato vuetro corazón, para que permanez en paz e vuetro pecho, y reciba las caricias de mis manos espirituales y las sintáis en vuestro retir en el pecho. Oye, Therese, mon cher,pero antes de partir en la limusina real que os llevará al convento, ¿no os place un último himeneo con el ardor de nuestras novches en el Sahara y con frigo bar y fados como músca ambiental. Tiene vidrios polarizados y el chofer del Reyno, Benito Palazuelos Palacio, es discreto y además mudo, porque su lengua fue cortada al nacer. Es el requisito de todo chofer real. Tenemos mullidos cojines de satén y un vídeo con "El cielo protector"

King Lear dijo...

Y vos infantas, callad, o os mando enseguida a confesaros con su Chantidad que hartas ganas (espirituals se entiende os tiene)Y chantaos un poco con el éptasis o el seso se les va a secar.

Thérèse Bovary dijo...

Rey mío, será un placer despedirme de vos como me lo pedís, porque me persigue el ardor de nuestras noches en el Sahara. Y yo os deso tanto como vos a mí.

Elejid entonces, vuestra recámara, la mía o el salón del himeneo.

Vuestra Therese enamorada de su rey

King Lear dijo...

Acá ardorosa Therese, que mi Deseo no soportaría postergación. La sangre pugna y se tensa mis músculos y nervios. Arde. Bufo como un toro, quiero embestiros como en Minotauro, pero con amor y perderme en el magenta de vuestro cuerpo....

Thérèse Bovary dijo...

Venid a mí, entonces mi rey; esta misma noche os espero con la música que tanto nos gusta a vos a mí.

Pondré inciensos y velas para recordar nuestras noches magníficas del Sahara donde os portasteis como un verdadero rey, dulce y apasionado, ardiente y tierno.

Os amo mi Rey y lo repetiré en vuestros oídos mientres me estéis amando.

Solo deseo que llegue ya la noche.

Su Therese para siempre

Rafa dijo...

(DLR aparece detrás de una enredadera, envuelto en fragancia de madreselvas, toma la mano de la doncella y al tocar el piso con la rodilla, susurra en medio de la reverencia...)

.
.
.

Todos mis deseos
húmedos van en vuestra búsqueda
erguidos y cándidos
reposando en sus mejillas
el rocío de mi piel
sobre vuestros labios que tiemblan
en dirección al equinoccio
.
.
.

grandchester dijo...

(La voz de el Cardenala)

Santa Doncella,
con la venia Real,
os espero a partir
del último minuto
del día viernes
(En 48 horas, más o menos)
en el retiro espiritual.

Thérèse Bovary dijo...

Allí estaré, mi querido Cardenala, mire que ha venido el caballero de la Rosa nuevamente, y él me pone muy nerviosa, especialmernte ahora que he decidido retirarme a vuestro Claustro, donde tendré vuestra protección, la del Dios y la de mi Rey.

Thérèse Bovary dijo...

Ay, caballero de la dulce Rosa, qué esperáis de mí, decídmelo de una buena vez...
No atormentéis mi corazón aún más, os lo ruego.
Me retiro al convento el viernes según instrucciones expresas, puntuales y precisas de El Cardenala.

Therese,
la doncella ferida de punta de espada por el corazón e vos sois el que me feriste...

King Lear dijo...

Therese: ya no puedo lidiar con vampiros, donisos, ereccionbes de bufones y cortesanas acusaciones. Sólo os digo: el de la Rosa no es caballero, sino un donjuán, me dicen mis SS que de la abominable ciudad de La Concepción es, condado al que en mi juventud visité, y que es Sodoma y Gomorra juntas y más. El viernes es tarde para vuestro enclaustramiento, debe ser ahora y ya. Merlín está con la limusina a la espera, en este momento a las puertas de vuetro aposento. Lo siento, pero al de la Rosa habré de aprehender y que se sepa que desde este momento es declarado prófugo y con precio su cabeza.

De nuestro himeneo quería hablaros señora mía, de los sudores derramados, de los fluidos vertidos, del aróma a sándalo de vuestro oceánica guarida y de los mares que de ella he bebido: del fecundo néctar que tanto en vuestro vientre como en vuestro pecho he derramado, del lirio abierto de vuestros pezones donde he libado los versos del Cantar de todos los cantares, así como las Una y mil noches en el desierto he narado, haciendo del verbo carne y ardiendo en un solo cuerpo confundidos... pero no puedo seguir con mis palabras de regocijo ni con mis cantares para vos si seguís así turbada... lo siento. Un hechizo no puede durar tanto

Anónimo dijo...

(entra al aposento de la doncella Therese acompañado de Merlín quien se inclina con gesto casto y diligente)

Srta: el Sr. Mago, Merlín acá presente, en cuepo y alma me dice que os invite a la limusina que al convento llevará presto, ya. Por mandato de Lear King el cardenala os aguarda.

Thérèse Bovary dijo...

Presta voy acompañana de un tan gran mago como lo es Merlín.

Ayudadme, con la cola de mis vestidos, señor Palazuelos Palacios y abrid la puerta de la limusina como le dice usted al que yo llamo carruaje.

Allá voy mi Cardenala.

Anónimo dijo...

- dicen que se nos marcha la futura reyna y que Lear se queda solo y triste en su palacio,

- y vistéis los nuevos vestidos que gasta . que parecen más bien traje de teresianas .

- me gistaba mucho más el modelito de tul rosa . ese que le tapaba la cabeza y la boca .

- donde va a parar

Anónimo dijo...

...Qué triste final para un reyno
que prometía tanto
no nos queda otra gestión
que el retiro voluntario
cuando ya de nada sirve nuestro canto...

Thérèse Bovary dijo...

Ustedes, parciro del pueblo, para que sepan voy a un retiro no más, no estoy muerta.
Cuando vuelva, porque volveré a casarme con el rey, aunque sea en la isla desierta donde dice que se va, yo volveré a ponerme mis tules y mis gasas de seducción.

Pero al convento hay que ir vestida como para semana santa. No creéis vosotros, impertinente par del pueblo

Plebe ignorante que no conoce las costumbres cortesanas ni las que manda Dios Nuestro Señor.
Hasta luego

Anónimo dijo...

- mira qué creida la doncella . la hia de la portera de los condes de las altas peñas . hasta hace poco una muchachita corriente que no sabía hacer la O con un canuto y qie todo lo ha conseguido a base de lo mismo .

- sí y ahora se hace pasar por una beata a ver si de ese modo desespèera aún más a nuestro buen rey.

Anónimo dijo...

Mira cotillento, la doncella no puede responder ahora, pero yo hablo para defenderla de vuestras burlas.
Y aunque sea la hija de la portera de los Condes las Altas Peñas, aprendió mucho en las cortes en lo tocante a costumbres caballerescas y nobles.
Además, por algo el rey la eligió y ella puede hacerse de rogar.

Ella sí es una santa y pura doncella, nada que ver con esa Triministra, que a la primera de cambio pierde los calzones y se deja seducir por el bufón.

Anónimo dijo...

- mira qué cambiada está la señoritinga ahora tiene vocera y todo

- a lo mejor en el convento ha hecho toda clase de votos y se nos queda doncella

Anónimo dijo...

.....Doncella Therese ¿No seria mejor que os recluyerais en el convento de las descalzas reales alli en la corte de Madrid, donde de siempre se han recluido reinas y princesas rodeadas de obras de arte y en mansion palaciega, que no en compañia de el cardenal conjunto inmenso de todo tipo de excesos que vaya a saber que consejos o....,no me atrevo a nombrarlo, que otras cosas podrian ocurrirsele hacer?

Anónimo dijo...

Hace uso de sus derechos como futura reyna nada más.

(a los periodistas que se le acercan con cámaras, preguntas que se atropellan y micrófonos que le golpean la cara, les dice:)

No tengo nada más que declarar

Anónimo dijo...

(Después de un arduo día se tiende en el lecho de la Doncella Therese, y palpa las sábanas de satén rosas, huele las almohadas, se mesa la barba, se desnuda y se abraza a los conjines, testigos de las ardientes noches suyas con la Docella Therese)

Ah, mon cher Therese: vos en el Convento, orando, y yo acá, vacío por en el vacío cóncavo que deja tu cuerpo en este lecho; y por tus negros cabellos que envolvieron mi vientre, por tus ojos que de los olivares Jaén directamente fueron a tu rostro y tu boca que traspasa tu aliento a la mía, tu alma a mi alma y también tus perfumes de oriente, dando más aire y fervor a mi navegar sobre vuestras caderas, zargazos ondulantes de mar borracha de deseo, y mi sexo erguido y adolorico con dulzura, que busca en tu vientre la humana comunión y la muerte predecida en el instante del orgasmo, y, más tarde, la calma húmeda de un lago iluminado a medias por la luna, en las noches de verano. Ah, Therese, Therese, aunque suene a blasfemia, juguemos al Cíclope como en esa novela de nuestra juventud, yo Oliveira, tú la Maga, juguemos, al Cíplope aunque sea a la distancia y veamos si alcanzamos el casillero del CIELO: así, recibe este simiente tivio y agridulce que envío desde mi soledad hasta tu gitano corazón.

(Doblado sobre el almohadón, el Rey eyacula con un sentimiento de spleen y amor confundidos, y se duerme abrazado al almohadón húmedo y sueña largamente con los ojos de la doncella Therese donde ve los suyos superpuestos, jugando al Cíclope y adheridos ambos vientres toda la noche en una somnolienta y claroscura humedad)

grandchester dijo...

(Un poeta que pasa)

Este Rey sí ama.

Anónimo dijo...

ooooooooooooohhhhhhhhhh
está igual que el bufón...

Lila Magritte dijo...

Fiebre, fiebre, ardor
de verano por la noche
pero ¿será amor
o será derroche?