lunes, 29 de enero de 2007

09 LA NOVIA THERESE

11 DIÁLOGOS:

Anónimo dijo...

Está tan bella la doncella
si parece una estrella.

Sin embargo no sonríe
no parece feliz
como toda novia lo parece.

¿Y qué dolor le nubla la mirada?

¿La doncella está triste
qué tendrá la doncella?

Anónimo dijo...

¿la doncella está triste?
pero es que acaso
una vez comidas las perdices
¿no seremos felices?

Anónimo dijo...

No se sabe,
no se sabe...
ojos vemos,
corazones
no sabemos

Anónimo dijo...

Menos si se trata de la Therese, de ella se puede esperar cualquier cosa... ¿no la conoceré yo?

Anónimo dijo...

Existirá palabra tal que abarque por completo la tierna belleza y casta dulzura de la doncella..?

Anónimo dijo...

No la hay, porque ella es
además de bella, por naturaleza,
solidaria y generosa...
ya veréis como a partir de ahora
hasta nosotras seremos libres
para deambular por parques y salones
sin que nos exijan día a día
mostrar las credenciales.

Anónimo dijo...

Fuera sombras y tristes poetas
que cuando amor llega
no hacen falta canciones ni bellos versos para invocarlo:
creo que el rostro de Therese
mira hacia el Oriente esperando
que brille su estrella
o que el noble rostro de Lear
resplandezca en lugar del sol
aunque no hay faz más luminosa que
la de la princesa que ya
será coronada la primera de las mujeres de este reino volátil
y sus puentes levadizos que
confinan con la eternidad de la imaginación.

Anónimo dijo...

(Leitmotiv)

venid a ver el fasto de la corte

venid a ver el fasto de la corte

venid a ver el fasto de la corte

(Aparte antipoético)

Chís,
¿cuanto
habrá (a)costado
el trajecito?

(cierre nerudiano)

Venid a ver a los harapientos por las calles

Venid a ver a los harapientos por las calles

Venid a ver a los harapientos por las calles

Anónimo dijo...

ese poeta oficial de Lear llegará lejos ( por pelota )

Anónimo dijo...

Therese: ahora estamos lejos de todos y en nuestras imaginaciones poder ir al desierto del Sahara donde te prometí, como Sherezad, pero al revés, mil y una historias: creo que si sumamos hay, quizás más, urdidas por una fisura por donde entró un espìritu burlón, del agua o del aire, pero imaginativo y creador y poeta. Ahora, amor, al lecho, a amar y a reir, que lo hemos ganado.

Thérèse Bovary dijo...

Que así sea, rey mío. Os amo intensamente.
(lo mira hasta sentir que sus ojos se deshacen en los ojos que la miran. Entonces sabe, porque lo ve allí, que este es el hombre con quien ha soñado pasar el resto de su vida)

¡Bésame rey, y haz que me deshaga de amor entre tus brazos cada noche!